Empresas líquidas y personas gaseosas: las nuevas estructuras organizativas.

Empresas líquidas y personas gaseosas: las nuevas estructuras organizativas.

Modernidad líquida, empresas líquidasHace unos años empezamos a escuchar y a utilizar el innovador concepto de “empresa líquida”. Se lo debemos a Zygmunt Bauman, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010 y a su brillante aportación en La modernidad líquida (2000). Estas empresas surgen como resultado de la transformación física de las estructuras organizativas funcionales sólidas, persistentes y estables propias de la sociedad industrial.

Los líquidos fluyen, pueden adaptarse y transformarse ante los cambios externos.

¿Y por qué empresas en estado líquido? Porque a diferencia de los sólidos, los líquidos fluyen, pueden adaptarse y transformarse ante los cambios externos. Y sí, en tiempos volubles como en los que nos encontramos se comportan mejor que los sólidos. Empresas sólidas conocemos muchas, ¿y líquidas?

¿Qué pasaría si en tu empresa se planteara la alternancia temporal de los puestos directivos? ¿Y si cada equipo pudiera elegir a su líder en función de la naturaleza de cada proyecto?

Un interesante artículo de la empresa australiana Culture Amp (con sede en Melbourne, San Francisco y Boston) cuenta la experiencia de 4 compañías que han dado el salto vertiginoso hacia nuevas estructuras organizativas y de gestión. Han adoptado diferentes modelos. ¿Qué pasaría si en tu empresa se planteara la alternancia temporal de los puestos directivos? ¿Mejoraría la empatía en las dos direcciones? ¿Y si cada equipo pudiera elegir a su líder en función de la naturaleza de cada proyecto? ¿y si se trabajara por círculos de gestión en línea con la holocracia?

Yo cambio, tú cambias, las empresas cambian. Convicción o necesidad, da igual. El cambio organizativo es una auténtica realidad que ha venido para quedarse y que las empresas irán interiorizando poco a poco, pasito a pasito. Cada una a su ritmo. Aunque…, ya sabes lo que ha ocurrido con el tiempo, que ahora resulta que cada vez vuela más ágil.

Los sólidos se han desdibujado. Las empresas son y deben ser más líquidas; proactivas, ágiles, hipercomunicadoras e innovadoras de forma constante.

Las barreras de los agentes de la actividad empresarial se han disipado: se incorpora a los usuarios en las fases de diseño de producto, se conversa con los clientes, se coopera entre empresas, las innovaciones surgen desde cualquier área y desde cualquier persona… Los sólidos se han desdibujado. Las empresas son y deben ser más líquidas; proactivas, ágiles, hipercomunicadoras e innovadoras de forma constante.

Desde Equipo Humano ayudamos a las empresas sólidas a convertirse en empresas líquidas.

Desde Equipo Humano ayudamos a las empresas sólidas a convertirse en empresas líquidas mediante la provocación del cambio de estado en ellas a través de sus personas. Las empresas no cambian convirtiéndose en otras empresas diferentes, sólo se transforman. Y son las personas las principales palancas de esa transformación.

Personas tipo gasEs en el momento de afrontar el cambio empresarial cuando un directivo se plantea si las personas con las que cuenta tienen las cualidades necesarias para trabajar en el nuevo entorno, bajo las nuevas condiciones y en el nuevo estado “físico” de liquidez. O cuando se deciden a incorporar a alguien a su equipo es cuándo reflexiona sobre las competencias o el perfil más adecuado a la nueva realidad. Si tuviéramos que elegir uno entre todos los perfiles, claramente el innovador comúnmente denominado en la actualidad “intraemprendedor” sería el elegido.

¿Y por qué? Pues porque el perfil innovador o intraemprendedor es una peculiar mezcla de curiosidad, capacidad de reflexión, flexibilidad, gestión de la incertidumbre, capacidad de aprendizaje, inteligencia emocional, empatía y gestión del conocimiento. Recuerda mucho a la estructura atómica de los gases, con electrones libres en continuo movimiento e interacción, y sin una forma definida que les permite adaptarse a la forma del recipiente en el que se encuentran. Y son estas personas “tipo gas”, las que podrán arrastrar a la empresa a nuevos estados físicos.


Ana Ribera – Consultora de Equipo Humano / ana.ribera@equipohumano.com / @anaribera

 

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