Del optimismo individual al optimismo empresarial

Si te decimos que mantener una visión positiva te ayudará a mejorar tu calidad de vida no te estamos diciendo nada nuevo. La actitud positiva puede contribuir a analizar las situaciones no como problemas u obstáculos, sino como oportunidades de aprendizaje y desarrollo, a la vez que ayuda a experimentar menores niveles de estrés. Pero, ¿y si aplicamos este concepto a las organizaciones?

Hace ya más de dos décadas que Martin Seligman comenzó a aplicar la psicología positiva al mundo empresarial, pero ¿realmente somos positivos en las organizaciones?

La respuesta es no. Se habla de riesgos en el lugar de trabajo, estrés, sobrecarga laboral pero no sobre calidad de vida o salud en las organizaciones. Somos reactivos en la dirección de recursos humanos, planificando cuando vemos que hay un problema, interviniendo cuando la situación ya resulta conflictiva, mejorando cuando no queda otro remedio El concepto de proactividad fascina en las organizaciones, pero no para planificar y actuar sobre las condiciones laborales con el fin de crear organizaciones saludables: somos reactivos y actuamos sólo cuando existen problemas.

Uno de los argumentos que siempre nos encontramos cuando hablamos de proactividad en la mejora de la calidad de vida laboral y en la dirección de recursos humanos es que es costoso y no tiene impacto sobre los resultados económicos. Este argumento ya ha quedado más que comprobado que es falso: invertir sobre las personas y su bienestar en la empresa redunda en una mejora de los resultados económicos. Ser proactivo en la dirección de recursos humanos no es un gasto, es una inversión que redunda en beneficios económicos para la empresa y reduce gastos futuros.

Mantener una actitud positiva ante la vida es muy importante, pero no sólo para las personas. No basta con que las personas sean optimistas ante el trabajo, desde la empresa se debe trabajar, mantener y transmitir este optimismo invirtiendo en su gente.

Si aplicamos la psicología positiva entendida como actitud proactiva de la organización para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, podremos dejar de hablar de una vez de organizaciones tóxicas para hablar de organizaciones saludables.

 

Cecilia Hoyos · consultora en Equipo Humano 

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