Aquellos maravillosos años… cuando disfrutaba de mi trabajo

Aquellos maravillosos años… cuando disfrutaba de mi trabajo

15837057772_a0a74bc2d9_zMi trabajo y yo nos conocimos hace ya cinco años, fue un flechazo a primera vista. Nos gustamos y enseguida empezamos a salir. No voy a negar que hayamos tenido nuestros altibajos, ni que esto siempre haya sucedido a comienzos de cada verano. Pero lo superamos siempre, nuestra relación lo puede todo. Solíamos hacer las paces durante el mes de agosto, y en septiembre comenzábamos de nuevo con respeto y renovada ilusión.

Pero este año es especial, no sé si el calor me afecta o es ver ya muy próximos los días de descanso en los que, en la playa o la montaña, disfrutaré de mi liberada mente de citas de agenda e informes por entregar.

¡Hagamos las paces desde ya! No puedo soportar una relación que se ha enturbiado, y no es culpa de ninguna de las partes. Simplemente… yo que sé, el día a día, supongo. Y me he propuesto establecer los límites para seguir disfrutando de una de mis relaciones preferidas.

  1. He decidido organizar mi día, conocer mis propias expectativas, saber que espero de cada día. Esto me aporta la tranquilidad y reduce mi incertidumbre.
  2. Organizo mis prioridades, antes de que tu relación descanse por vacaciones necesitas sacar adelante las prioridades.
  3. Sé consciente de las posibilidades de delegación en otras personas. Esta relación está influida por los demás, y ellos pueden aportar sosiego, calidad y tiempos de dedicación optimizados.
  4. Controlar los intrusos (algunos les llaman “ladrones de tiempo”) que vienen en forma de llamada de teléfono, y dedica solo el tiempo justo a solucionar los temas que vienen por las vías de comunicación habituales.
  5. Dedica tiempo para pensar, y deja de engañarte a ti mismo pensando que para terminar antes basta con actuar más rápido. El análisis y la reflexión te pueden llevar a tomar caminos más cortos y sostenibles.
  6. Toma los descansos que necesites y toma aire fresco. De esta forma retornarás a tu puesto con mayor disposición física y mental, y la búsqueda de soluciones fluirá con mayor probabilidad.
  7. Toma infusiones relajantes. El café ya no está tan de moda como antes, y además tiene una afectación directa sobre la supra activación del sistema nervioso central, generando estados de nerviosismo que afectan negativamente a tu relación.
  8. Respira serenamente por la nariz y expulsa el aire por la boca. Permite que pulmones y cerebro se llenen de oxígeno suficiente para enviar la orden de mantener tu organismo en calma.
  9. Escucha música mientras trabajas. Compaginar actividad laboral mental y música es un arte complejo y abstracto, aunque capaz de despertar el positivismo y el talento, contribuyendo a la liberación de dopamina. Esta liberación está relacionada con las funciones emocionales y los sentimientos de placer.
  10. Ríe y haz reír a los demás. Las personas que practican esta actividad en el espacio laboral son menos propensas a caer en estrés y tienen una mejor calidad de vida.
  11. Bebe agua, uno de los mejores remedios para calmar la ansiedad y disminuir la tensión.
  12. Practica ejercicio para sentirte activa/o y prevén de esta forma el estrés la ansiedad, además de contribuir a mejorar la apariencia física. El ejercicio físico de intensidad moderada produce endorfinas, sustancias naturales que favorecen el buen humor.
  13. Desconecta. Esto no es un eslogan, sino una obligación. Existen películas y series interesantes que te mantendrán alejado de la rutina diaria, haciendo que tu relación respire.
  14. Mantiene una buena higiene de sueño y asegura tu tiempo de descanso. Desconectar tus discos duros es necesario, toda relación lo necesita. El sueño actúa como el ventilador a tu mente, posibilitando una relación fresca y más duradera.

Las relaciones idílicas no existen… ni siquiera en el trabajo.


Alicia Escobar – Consultora / @aliesccua / alicia.escobar@equipohumano.com

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