Equipo Humano, 25 años cuidando a las personas.

Sí, 25 años cuidando a las personas.

Un cuarto de siglo. Una historia que merece ser contada.

Esta historia arranca en una fecha casi mágica: el año 2000. Un año envuelto en ciencia ficción, con promesas de grandes cambios, con un “efecto 2000” que nunca llegó… pero que para nosotros sí marcó un antes y un después.

Hace 25 años nació Equipo Humano.

Y aunque el proyecto se venía gestando desde antes —entre ideas, sueños y muchas preguntas—, fue en ese momento cuando decidimos dar el paso y empezar a construir algo diferente: una consultora de recursos humanos con alma.

Desde entonces, no hemos dejado de hacer lo que mejor sabemos: acompañar a las personas y a las organizaciones en su crecimiento, siempre con un enfoque humano, creativo y un poco revolucionario.

Estos 25 años han estado llenos de decisiones acertadas (y otras no tanto), de lucidez e insomnio, de aprendizaje constante.

Hemos sido testigos de cómo se transforma el liderazgo en mitad de la montaña o cómo nace la confianza durante una dinámica en la madrugada. Y aunque a veces nos miraron como marcianos, nosotros sabíamos que lo que hacíamos tenía sentido.

Porque nunca se trató solo de consultoría, procesos o metodologías. Se trató —y se trata— de vínculos, de personas, de experiencias compartidas.

En nuestros inicios, cuando hablábamos de outdoor training, no todos lo entendían. “¿Outdoor qué?”, solían preguntarnos con extrañeza.

Pero eso solo nos motivaba más a explicar que, a veces, el liderazgo se descubre escalando una montaña o compartiendo tienda de campaña con tu equipo.

Porque lo importante no está solo en los despachos, sino en las relaciones reales, humanas, auténticas.

También fuimos pioneros en cuestionar cómo se hacían las cosas.

Años antes de que hablar de digitalización o plataformas fuera algo habitual, ya nos preguntábamos: ¿se puede cambiar la forma en la que se relacionan las empresas y las personas?

Y la respuesta fue siempre sí. Con cada reto, con cada cliente, con cada nueva etapa, reafirmamos esa convicción.

Hoy, al mirar atrás, no lo hacemos con nostalgia, sino con gratitud. Por cada cliente valiente que apostó por hacer las cosas de forma diferente.

Por cada profesional que se sumó al viaje. Por cada idea loca que terminó siendo una realidad. Y, sobre todo, por cada momento que nos hizo crecer.

Pero esto no va solo de mirar atrás. Tenemos muchas ideas en marcha, ganas y un equipo humano que sigue creyendo en lo que hace.

Y para empezar a celebrarlo… ¡hemos diseñado un neceser de verano!