Ahora y cada vez más, la rapidez y la capacidad de adaptación y reacción es algo que nos exigen las propias personas de nuestra organización.
Las empresas tienen como objetivo adaptarse al mercado para ser más ágiles y más competitivas. No por capricho de los empresarios/as, sino porque el mercado en el que estamos es cada día más exigente y requiere una adaptación rápida al mismo.